CORDOBA EN ÁFRICA


Ver una camiseta de la Liga Cordobesa en Costa de Marfil es muy raro. Pero ver un equipo vestido con la indumentaria de Las Palmas es como encontrar a un conjunto del viejo camino a La Calera. Y es que todo tiene sentido cuando el corazón y la solidaridad se unen.
Cecilia Noriega es Laica misionera desde hace tres años en una aldea que se llama Grand Morie y entre tantos terrenos rurales en los que trabaja. Hay una especial que se llama M'Battra, donde los chicos y las chicas tienen la posibilidad de ir al secundario, lo cual significa que no muchos lo terminan y lo que reciben su título, no se aseguran un trabajo y terminan volviendo a su aldea a trabajar en el campo. Y los que viven en el desempleo son presos del alcohol, las drogas y la delincuencia. 
Pero unos amigos de "Ceci" crearon un club de fútbol que se llama “La Academia”, en el cual en un terreno hicieron su primer potrero con la idea de que los chicos jueguen al fútbol, se entrenen y se vayan formando, pero hay ciertas reglas que se deben cumplir como que no roben, que no consuman drogas, que lleguen a horario al entrenamiento y que limpien y corten con machetes las malezas que crecen en el terreno. 
Cuando empezaron a entrenar y a jugar, la caprichosa no llegaba a ser de plástico, la indumentaria era la remera y el sport del colegio. 
Pero la sorpresa llegó cuando en uno de los primeros torneos se coronaron con el podio y el premio aparte de la copa era una pelota con el cual hoy en día juegan.
Pero Cecilia en sus vacaciones del año pasado cuando visitó Argentina, a través de una amiga Indira Pelliza que le contó a Juan Carlos Olave sobre la idea de conseguir camisetas, y el ex arquero de Belgrano gestionó los conjuntos completos de Las Palmas y camisetas del "Pirata", y Cecilia hincha de Talleres y el "Juanca", celeste de corazón decidieron darle forma a esta unidad que solo el fútbol puede generar.
Noriega destaca: “Juan Carlos tiene una humanidad y una sensibilidad impresionante. Muchas personas hicieron posible esto, Daniel Córdoba y Diego Quinteros”.
Pero la sorpresa fue cuando llegué, porque hablé con los directores técnicos y le comenté que había estos regalos, ya que se les estaba dando un incentivo y un sentido de pertenecía. 
Yo estoy tan agradecida al Club Atlético Belgrano y a Las Palmas que vienen haciendo este tipo de trabajo en silencio, pero que sirven tanto a la hora de ayudar a nuestros jóvenes"
Los jugadores tienen un detalle muy particular en sus calzados, y es que sus zapatillas están hechas de plástico. Pero para que la caprichosa gire no hace falta tener grandes lujos, solamente la pasión y el nunca darse por vencido en lograr campeonatos de la vida.

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