REMEMORANDO VIEJAS Y GLORIOSAS ÉPOCAS

Por: Facundo Priante

Instagram: @facu_priante.

Edición Cristian Aldauc

En esta nueva oportunidad hablamos con Cesar “El Puru” Bernio quién nos comentaba sobre sus inicios en Deportivo Colón, sus grandes pasos por las diferentes Ligas de nuestro país, sus logros y objetivos alcanzados y de qué manera continúa ligado al fútbol luego de finalizar su extensa trayectoria como futbolista.


- ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del fútbol?

-Empecé a jugar a los doce- trece años en el equipo del Barrio que se llamaba El Cóndor, además yo jugaba para dos equipos que uno era de Los Aguilera y el otro era de los Monoblocks, conjunto del “Chueco” Fabián para finalizar en el Urquiza. Jugábamos contra equipos de otros barrios los sábados y campeonatos relámpagos en canchas de nueve donde recuerdo que se pegaba muchísimo. Yo era el más chiquito de todos, me metían bastante pero me gustaba jugar. Los más grande del equipo me cuidaban y me decían que la hiciera simple, que la descargara rápido a la pelota para no sufrir los golpes del adversario.

 -A ese buen fútbol que adquiriste gracias a los torneos en Potreros,lo pudiste llevar a clubes de Liga Cordobesa. ¿Cómo se fue dado tu llegada a Deportivo Colón?

-Lo que adquirí del potrero fue a no tener miedo porque por ahí pelean barrio contra barrio y sacas temperamento. Mi llegada a Deportivo Colón se fue dando por intermedio de un señor llamado Oliva, que ya falleció, era el encargado del buffet de los bailes que tenía Emeterio Farías (Atenas y Deportivo). Un día, como ya era conocido de mi familia, me fue a ver como jugaba al fútbol y al finalizar ese partido me dijo que si quería ir a jugar a Deportivo Colón, yo le dije que sí pero con la condición de que jugaba con los más grandes porque yo ya estaba acostumbrado y no quería jugar con los mas chicos. Me costó ponerme físicamente bien porque de un chico que viene jugando de barrio a ir a un club, se nota demasiado la diferencia física. Pero a los seis meses me puse excelente en ese sentido y al año siguiente debuto de la mano de Miguel Bossio con 17 años en la Primera. Al otro año tuvimos como DT al que a mi parecer fue “mi padre” futbolístico Daniel Willington porque me aplomó como jugador de fútbol. Recuerdo que a los otros les sabía dar una indicación táctica y a mí solamente me decía que jugara y que me divirtiera. Empecé a tener mas confianza y me enseñó a perfeccionar las pelotas paradas. Sabíamos estar una hora después de entrenamiento trabajando y eso me mejoró como jugador de fútbol. Arranqué como carrilero por izquierda y a medida que iba sumando partidos y experiencias. Comencé a llegar más al ataque y a convertir goles. Casi todos los partidos era de marcar goles donde gracias a eso empezó a crecer la confianza en mi, yo me hacía sentir cuando la pelota pasaba por los pies mios, era una especie de conductor siendo tan joven por que uno en esas épocas jugaba recién con 24 o 25 años en la primera.


 -El partido más importante en la vida de un futbolista, sin lugar a dudas es el debut.¿Qué Recordas de aquel momento tan esperado para vos?

-Esperaba el debut, estaba muy ansioso y yo creo que eso me jugó una mala pasada. Cuando iban diez-quince minutos del encuentro me sentí muy cansado y muy presionado porque estaba la cancha a cuatro cuadras de mi casa en donde todo el mundo te quería ir a ver y la verdad que en el primer tiempo tenía los gemelos contracturados. En lo personal no fue mi debut soñado ya que sentí esa presión que después, con los pasos de los partidos, nunca más supe lo que era sentir esa opresión para jugar al fútbol. Me di cuenta que me tenía que divertir y hacer lo mismo que hacía cuando me tocaba en los barrios o en cualquier parte.

 -Además de tu debut en primera. ¿Qué otro partido se te viene a la memoria de tu paso por Deportivo Colón?

-Jugar contra Unión San Vicente, Bella Vista. Pero el partido que más me marcó fue contra Racing de Nueva Italia en cancha nuestra, que la verdad “La Academia” llenó la tribuna grande que hoy vendría a ser la cancha de Escuela Presidente Roca, capacidad con 4 mil o 5 mil personas. Racing era de convocar mucha gente, ese partido salimos 2 a 2 e hice un partidazo y donde pude notar que realmente estaba para grandes cosas porque hice un gol y la verdad fui una pesadilla. En ese equipo jugaba Gustavo Camino, “El Negro” Banega, Vangioni, Peñaloza, Víctor López, Ariel Juárez, “El Poroncho” Álvarez, Urbani. Ahí me dí cuenta que ya estaba a la altura para marcarme como jugador.

 -Tuviste un paso por otro club de Liga Cordobesa. ¿Por qué decidiste jugar para Escuela Presidente Roca?

-Decidí Escuela Presidente Roca porque era hincha y además mi casa estaba a cuatro cuadras del club. Cada jugador del Deportivo Colón tenía el pase en su poder y decidía entre Escuela o Avellaneda, mi decisión fue tomada por el fanatismo hacia Escuela ya que lo conseguí desde que nací en Barrio Urquiza.

 -¿Se hizo difícil la adaptación del plantel en Escuela luego de que  Deportivo Colón se separara?

-La verdad que sí. Se nos hizo muy difícil porque se iban la mitad de los jugadores a Avellaneda y la otra mitad se decantaban por Escuela. Hicimos un plantel corto con jugadores jóvenes donde la mayoría eran subidos de la reserva con dos o tres experimentados en el plantel, yo en ese entonces tenía 18 años pero contaba con partidos en primera. Ese año 99 nos costó muchísimo.

-Al haber tan pocos jugadores con experiencia en Escuela y a pesar de tu corta edad y trayectoria. ¿Te considerabas un referente del plantel en ese equipo?

-Si, me consideraba un referente pero dentro de la cancha. En el vestuario siempre hablaban los más grandes y en esa época no es como la de ahora que todo el mundo opina, habían cuatro o cinco grandes en donde hablaban ellos y el resto se quedaban callados, pero si tenía demasiada personalidad adentro de la cancha para tomar decisiones, patear un tiro libre, en tratar de poner la rienda al equipo porque era un tipo que no me gustaba perder y de contagiar al resto para que me dieran la pelota a mi ya que yo iba casi siempre al arco de enfrente poniendo todas mis capacidades futbolísticas para lastimar al adversario.

¿Cómo fue jugar el primer clásico contra Avellaneda luego de la división de Deportivo Colón?

-Se vivió de una manera diferente, con mucha intensidad, porque al arrancar la pretemporada ya sabíamos de antemano que nos tocaba el archi rival. Cuando salíamos de casa los hinchas ya te decían “¡mira qué hay que ganar el clásico!”, o te veía los hinchas del otro equipo y te puteaban como tiene el folckore del fútbol. Ya en el partido. Fue el clásico con más concurrencia que pude jugar por que hubo muchísima gente con un marco espectacular en donde yo calculo, no sé, cálculo que unas 6 mil personas. Ganamos 2 a 1 el encuentro. Convertí el tanto de la victoria y pudimos darles una alegría a nuestra gente.


 -Fuiste partícipe de la reestructuración del club. En la actualidad ¿Cómo ves a Escuela Presidente Roca?

-La verdad que no me gusta porque está privatizado, ya que los chicos de inferiores se tienen que ir al parque a entrenar y no pueden usar las canchas del club y en cuanto a la primera hace muchos años viene de mitad de tabla. La verdad que yo apostaría a un cuerpo técnico con futuro y sobre todo pulir mejor las inferiores, además de siempre tener cuatro o cinco jugadores en una estructura pero que sean positivos y para tratar que Escuela esté siempre en los primeros planos por que de la zona sur es uno de los clubes más grandes.

-Continuando con tu trayectoria. Fuera de entrevista me comentabas que estuviste cerca de ser jugador de Talleres ¿Recordas cómo se fue dando tu casi llegada al conjunto de Barrio Jardín?

-Si. La verdad que estuve muy cerca de estar en la primera de Talleres donde futbolísticamente habían dado el OK, pero cuando me hice la revisación médica me salió un Soplo. A causa de eso no me ficharon y la verdad que estuve un tiempo muy mal, depresivo porque lo que soñaba era vestir la camiseta del equipo del cual soy hincha. Recuerdo que nos dirigía Willington y varios dirigentes de Talleres iban a ver a Escuela porque “El Dani” es ídolo del “Matador”. Fue ahí donde me entraron a seguir hasta que se pusieron de acuerdo con los directivos de Escuela para que yo pudiera firmar con Talleres. Además me buscaban Belgrano y Racing de Córdoba que en aquel momento estaba también en la “B”. Desde lo futbolístico estaba en un excelente nivel, lástima esa enfermedad que me saltó en la revisación médica. Fue algo inesperado.

 Dentro de esa depresión que mencionaste en respuestas anteriores. ¿Se te cruzó por la cabeza la palabra "Retiro"?

-Tal cual, estuve cinco años sin jugar al fútbol.

-Tras estar cinco años sin jugar al fútbol ¿Cómo se fue dando tu regreso a las canchas?

-Iba a ver los partidos pero no jugaba, lo único que hacía por momentos era trotar. Mi vuelta al fútbol fue media rara en donde tuve un accidente con una bicicleta que a causa de eso me quebré la mano y me tenían que operar. Yo no quería saber nada porque le tenía miedo a los electrocardiogramas ya que había quedado psicológicamente mal por los estudios que me hicieron que luego no pude quedar en Talleres. Me hacen un ecocardiograma y un cardiólogo, del Sanatorio Allende, me hace una ergometría y me dijo “¿Vos eras jugador de fútbol?” a lo que respondí con un Si, el médico me respondió “Te firmo ya para que puedas volver a jugar. Tenes una cardiopatía congénita”. Así que volví al ruedo y a los 3 meses estaba jugando en Alcira Gigena de Rio Cuarto”.

-¿Qué sensaciones sentiste al volver a jugar un partido después de tanto tiempo?

-Me sentí con una alegría inmensa, lo disfrutaba al máximo y obviamente se notaba el cansancio físico al terminar un partido por que al estar cinco años inactivo me tocaba arrancar a jugar los segundos tiempos. Pero muy contento por volver a jugar.

-¿Qué recordas de tu paso por el conjunto de Alcira Gigena?

-Recuerdo que me tenía que levantar a las 8:30 am, a las 9 estar en la terminal. Llegar a las 12:30 a Alcira Gigena y hacer a la tarde fútbol, el día viernes hacer tácticas, sábado descansaba y el domingo pegaba la vuelta. Me iba los jueves y volvía los domingos, los días martes hacía físico acá en el parque.”

 -Hablemos de tu paso por Ferro de General Pico ¿Te fue difícil tomar la decisión de fichar por el conjunto pampeano?

-No. La verdad que no me fue difícil, me trataron muy bien. Ya me habían visto en Villa Huidobro y me llamaron para que valla a vestir la camiseta de Ferro. Estuve un tiempo jugando la Liga Pampeana y después pasamos a jugar el Argentino A en donde estuve un año viviendo en La Pampa.

-¿Pudiste encontrar mucha diferencia en cuanto a lo futbolístico y físico a la hora de jugar el Argentino?

-La verdad que si, se nota muchísimo pero después cuando vivís del fútbol y entrenas doble turno, el primer mes lo sentís pero el cuerpo se adapta. También hay diferencia en la parte futbolística que te encontras con otros jugadores de otro nivel que tienen más oficio de jugador en donde se nota la madurez y aún mas la experiencia que adquirieron jugando en el primer nivel o en el Nacional B.

 -En ese año que estuviste en Ferro ¿Qué pudiste obtener para mejorar en cuando a lo futbolístico y para la vida en general?

-Desde lo futbolístico, a tener más experiencia y desde el punto de vida general a ser más profesional. Siempre fui de cuidarme y de no salir , aún más cuando te pagan por jugar al fútbol, se toma el trabajo como un profesional.

-En tu curriculum como jugador podemos notar que pasaste por varios clubes mas.¿Qué conseguiste en todos ellos y con cuál te sentís más identificado?

-En el 2008 regreso de La Pampa para buscar un trabajo y jugar al fútbol por diversión. Ya tenía treinta años, me recomienda Mario Luna (Referí y Presidente de una cooperativa de Árbitros) al club de Flor de Ceibo en donde me probaron. Marqué dos goles y terminé quedándome en el equipo. Estaban Pablo Tarquini, Diego Alasia y Federico Quinteros. Me trataron muy bien donde fue un año maravilloso en donde al siguiente incorporamos al Leo Torres,Hernan “La Tota” Medina y al Darío Zárate, ese mismo torneo pudimos salir campeones. En el 2011 salí campeón en Newell´s de Laguna Larga donde también pudimos hacer una campaña bárbara y jugué con muy buenos compañeros como “El Oreja” Tissera, “El Conny” Barboza, Flavio Meti, Milton Noriega. En ambos clubes me trataron muy bien que hasta el día de hoy sigo yendo tanto a Laguna Larga como Oncativo. En el año 2012 en Calchín, año 2013-2014 en Luque, 2015 en Huracán de Las Varillas y por último en el año 2017 jugué cuatro partidos solamente en Progreso de Mina Clavero.”

 - ¿Cómo fue el jugar tu último partido sabiendo que era el Retiro?

-A mi último partido lo jugué porque los chicos ya están en otro nivel. Están muy muy rápido en donde se juega a otra velocidad y sabiendo que ya había llegado a una edad que es deficít tener 37 años, ser delantero y picar treinta veces porque esa es la virtud del atacante. Aparte de buen jugador tenes que ser molesto sabiendo que los defensores del otro equipo pueden cometer errores y lo tenes que aprovechar al máximo y más si lo podes convertir marcando un gol. Me llamaron para dos partidos en donde los jugué a mi manera, a lo cual al técnico no le gusto pese a que convertí un gol en cada encuentro porque él quería que corriera detrás de la pelota todo el tiempo. Yo por cuestiones de edad jugaba a mi manera sabiendo cuando le podía ganar al defensor. Conocía mi virtud y mis falencias, no podía picar treinta veces como un chico de veinte años sino sabiendo el momento en el cual yo podía correr a la hora de tener una posibilidad neta de gol. El DT me exigió de más y yo le comenté que no podía hacer el trabajo que él pretendía. Lo que rescato de toda mi trayectoria que a donde fui. Terminé siendo goleador.

 

-Ya fuera de las canchas. ¿Cómo pensaste seguir ligado al mundo del fútbol?

-Siempre estoy ligado al fútbol. Me gusta dirigir y la verdad que tengo capacidad porque se leer el juego, mientras estoy viendo un partido me doy cuenta donde está la falla de un equipo y del otro sumado a que veo Fútbol permanentemente. Dirigí cebollitas en Escuela Presidente Roca y tengo el primer año cursado como DT. Sin querer queriendo agarro de tener una línea con la dirigencia de Boca y ahí empecé a ver chicos y a dialogar con los padres de quien tuviera condiciones para llevarlos al “Xeneize” y actualmente también soy representante de jugadores de Primera.

 -Sos una persona muy exitosa en tu carrera tanto como dentro y fuera de la cancha.¿Qué consejos les brindas a los más chicos que están arrancando en el mundo del fútbol?

-Exitoso no, pero si tenía un temperamento de ganador habiendo dentro de la cancha jugadores de un prestigio que se consagraron jugando en primera y por ahí nunca me sentí inferior, al contrario, demostraba cuando había jugador de otro nivel. Me ponía un plus que me motivaba el doble y con los chiquitos igual. Cuando los dirigía a los cebollitas les enseñaba todos los días a trabajar con fútbol dándole tácticas y era muy motivador. Siempre les enseñaba que en el fútbol el que está mejor entrenado tiene mas ventaja y el que se cuida también para poder dar ese gran salto.


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