EZEQUIEL QUAGLIA: "EN PEÑAROL, MENOS DE ARQUERO JUGUÉ EN TODOS LOS PUESTOS"

Por Daniel Reinoso

Edición Cristian Aldauc.


Se autodefinió como un ‘Obrero del fútbol’, comodín al servicio del equipo, se entendía a la perfección con el entrenador. Jugó en todos los puestos del equipo, jugador obediente y dueño de una inteligencia táctica como pocos. Conocía el juego. Sabía lo que tenía que hacer dentro de una cancha. Al finalizar los partidos no era el jugador requerido por la prensa, se iba al vestuario con la satisfacción de haber cumplido con lo encomendado; Bajo perfil y humildad en el fútbol como en la vida.


en el campo de juego
Ezequiel Quaglia en el campo de juego.

 -¿Cuándo llegaste a Argentino Peñarol?

-Empecé en cuarta división y después subí a reserva y primera debutando a los 17 años en la primera, integre el equipo cuando Peñarol fue campeón y ascendió a la ‘A’ en el año 2004.

 

-¿Cuál era tu puesto natural?

-En la cuarta jugaba de delantero por ambas puntas, y después jugué en el medio campo.

 

-¿Porque empezaste a jugar en el medio campo?

-Se dio por decisiones del entrenador y necesidad del equipo, me convertí en un volante marcador era de correr mucho.

 

-¿Te acomodabas de acuerdo a lo que te pedía el entrenador?

-Sí, yo poseía una virtud, me adaptaba rápidamente al funcionamiento del equipo y de lo que me pedía el entrenador.

 

-¿Cuantos entrenadores tuviste en esa etapa?

-Desde que me inicie tuve muchos, solo por nombrar algunos, Marcelo Peñaloza, Pettina, Sergio Allende, la ‘Gata’ Olmedo, el ‘Colorado’ Suarez, los Hnos. Graieb, Carlos Toledo, al ‘Bocha’ Maldonado, todos grandes entrenadores.

 

-¿Cuál fue el entrenador que más provecho saco con tus condiciones de juego?

-El que me dio  más confianza y aprovecho mis condiciones fue Sergio Allende nos entendíamos mutuamente el me pedía alguna cosa y en el instante yo sabía que hacer. No hacía falta que habláramos mucho, él me decía lo que tenía que hacer y yo lo asimilaba al instante.


Peñarol Campeón.

 -¿Nunca jugaste en otro equipo que no sea Peñarol?

-No nunca, siempre jugué en Peñarol, me llamaron de otros equipos pero no me veía jugando con otros colores que no sean los de Peñarol.

-Tengo compañeros que han pasado por casi todos los equipos de la Liga, no fue mi caso, no me veía en otros club.

 

-¿Cuando fue el último partido tuyo con la camiseta de Peñarol?

-El último partido mío en Peñarol fue en 2017, por cuestiones laborales y familiares deje, tenía 31 años.

-El año pasado empecé a jugar en la UCFA en la ‘Lomita’ allí lo tengo de compañero a Sebastián Troilo, ‘Chucho’ Zamora y varios compañeros del fútbol.

  

-¿Integraste el plantel del 2013 que ascendieron al Federal ‘B’?

-Ese año que Peñarol gana el Argentino ‘C’, me lesiono en la pretemporada, antes de empezar el torneo y estuve casi 7 meses sin poder jugar, recién pude volver cuando Peñarol empezó a jugar los Play-Off.

-Los últimos 4 partidos con Las Palmas y Tinogasta, estuve de suplente.

 

-¿Qué tipo de lesión tuviste?

-Una pubialgia, por eso me llevo mucho tiempo recuperarme.

 

-En los puestos que jugaste. ¿Jugaste de libero?

-Sí, previo a un partido, ya en el vestuario a punto de cambiarme el entrenador me dice que iba a jugar en esa posición, me sorprendió y a mis compañeros también.

-Jugué varios partidos en ese puesto en el argentino ‘B’, recuerdo uno contra 9 de Julio de Morteros, equipo que tenía dos delanteros de punta muy veloces, por eso Sergio me puso allí para neutralizar la velocidad de ellos.

-El entrenador me ponía en esa posición por mi velocidad y dinámica, cruzaba ambos costados; Salió todo bien, ganamos, y cumplí.

 

-¿En qué se caracterizaba tu juego?

-En velocidad, dinámica y de mucho correr.

-En Peñarol lo único que me falto es jugar al arco, jugué en todos los puestos restantes.

-En la defensa en todas las posiciones y en el medio carrilero por derecha o izquierda además de delantero en mis inicios.

 

-¿Cuando el entrenador daba la charla técnica, vos lo atendías?

-En la semana ya se trabajaba el partido, en la charla se repasaba, en mi caso yo ya sabía lo que tenía que hacer el sábado.

 

-¿Eras de jugar fuerte?

-Si era de jugar fuerte pero leal, no pegaba solo incomodaba al jugador rival, muy pocas expulsiones en mi carrera y eso que hacia el trabajo ‘sucio’ del equipo.

 

-¿Cuál fue el jugador más difícil que te tocó marcar?

-Hubo muchos buenos jugadores, Romero de Las Palmas, el enganche, era chiquito y muy movedizo, el ‘Beto’ Velardez de Racing, en Sarmiento de Leones me toco marcar a Mariano Aldecoa que jugo en Belgrano, jugadores muy rápidos y habilidosos.

 

-¡Me imagino como se fastidiaban cuando marcabas pegajosamente!

-Sii..! Algunos se ponían locos, obvio que me ligaba algún insulto, ellos se ‘sacaban’ y eso me favorecía porque mi trabajo era anularlos.

 

-¿Como te fue cuando marcaste al ‘Bebelo’ Reynoso?

-Un crack, ya se notaba que era diferente además de una muy buena pegada, no debía dejarlo patear de fuera del área, porque era gol seguro, al igual que Carabajal otro excelente jugador, los crucé muchas veces en la local.

 

-¿El partido que lo marcaste a ‘Bebelo’ fue en una final?

-Sí. Fue en la ‘Boutique’ en el partido de ida de la final contra Talleres del 2014, perdimos 3 a 1 con un gol de Reynoso de fuera del área.

-En la segunda final jugamos en el ‘Trampero’ ganamos 2 a 0 y fuimos a penales;  ganamos la serie y fuimos campeones.

 

-¿Tuviste un problema familiar previo a la segunda final con Talleres?

-Así es. Tenía a mi nena internada y la cuide toda la noche, me fui a trabajar y de allí me fui a jugar era el segundo partido de la final con Talleres. A la tarde de ese día era campeón nuevamente con Peñarol.

 

-¿Cuál era el jugador que admirabas y comparabas con tu juego?

 

-Sin lugar a dudas el jugador que admiraba era Mascherano por su calidad, ubicación y entrega, él jugó muchos partidos en el fondo, igual que yo.

 

-Cuantos campeonatos ganaste en Peñarol?

-El ascenso de la ‘B’ a la ‘A’, dos campeonatos en la ‘A’, una final por el campeón del año con Avellaneda, El ascenso al Federal ‘B’.

-En la final con Avellaneda me toco marcar a su mejor jugador el 5 Godoy y creo que cumplí mi tarea ganamos ese partido con gol de Arce.

 

-Cuándo jugabas en el medio por derecha, Gaitán dónde lo hacía?

-Cuando yo jugaba como carrilero por derecha era para hacer marca personal sobre el mejor del otro equipo y en ese caso Rodrigo, un gran jugador  jugaba al medio como un cinco pero más adelantado.

-La ‘Cata’ era otro de los jugadores que entendía muy bien el juego y era un referente dentro del campo de juego.

 

-¿Cuál es el mejor entrenador de la Liga?

-Es mi opinión, y no es por desmerecer al montón de excelentes técnicos que me dirigieron, para mí el mejor de la Liga es Sergio Allende, era un adelantado.

-Sergio a los 2 minutos de juego ya sabía las fortalezas del rival y también por donde podíamos atacarlos, iba siempre un paso adelante.

 

-Ezequiel, ¿Vos tenías un problema en la vista?

-Jugué casi toda mi carrera con mi ojo derecho con una capacidad de visión de solo 20% tenía astigmatismo y miopía, eso me perjudicaba a veces cuando tenía que dar un pase.

-Usaba lentes de contacto, y nunca me acostumbre, así que jugaba sin nada.

-En la primer revisación que me hice en la Liga me descubrieron ese problema.

-Me acostumbre a jugar así, y solo manejaba un solo perfil, cuando me tocaba jugar de noche se me complicaba bastante.

 

-Para mantener tu rendimiento ¿estabas muy bien entrenado?

-Sí, salía de mi trabajo, yo soy albañil, y me iba a entrenar y lo hacía con ganas, porque  si quería jugar debía entrenar.

-Los sábados teníamos loza, terminaba de hacerla y de allí me iba a la cancha a jugar, nunca tuve problemas de cansancio o falta de ganas.

-Tenía muchos compañeros que también hacían lo mismo que yo, no era lo único.

 

-Porque te fuiste de Peñarol?

-Un desgaste, no con el club, no sentía ganas de entrenar, me dedique a mi familia.

-Había veces que veía un partido por un canal local y veía a Peñarol y me daban ganas de jugar, pero ya había tomado la decisión

-Este año me llamo Sergio Allende, me quiso llevar a Almirante Brown y no podía por mis horarios de trabajo, al igual que cuando él estuvo en Avellaneda también me quiso llevar.

 

-Y si Allende te llamaba y vos podías arreglar los horarios.

-Aceptaba cerrando los ojos, por Sergio lo hubiera hecho.


Ezequiel en Familia junto a su esposa Pamela y sus hijas Mía y Milena.


-¿Cómo está compuesta tu familia?

- Mi señora Pamela y tengo dos nenas una de 11 se llama Mía y la otra de 8 años Milena.

 

-¿Nunca se te paso la idea de ser entrenador?

-No, no se mañana, sé que muchos de mis ex compañeros ahora lo son, como es el caso de Rodrigo Gaitán, un crack, como jugador y como persona, espero le vaya bien en Los Andes.

 

-Tenes muchas anécdotas dentro de la cancha

 

-Tengo varias, una vez jugando contra Las Palmas y marcando a Romero, ¡el árbitro ordena parar a tomar agua y yo me quede cerca Romero…! pero no estaba tan pegado al jugador…! Y muchos se reían.

-¡Otra con Troilo jugando el para Deportivo Alberdi, lo fui a marcar en un córner y se molestó y me pego con la mano en la cara…! Fue en la División ‘B’, siempre se lo recuerdo y nos reímos los dos.

-En un partido contra Racing en el Kempes estaba en el banco de suplentes y por indicación del juez de línea Rosales, el árbitro me expulsa por insulto al asistente, pero yo no había sido, era mi compañero el ‘Toro’ Quevedo…a los diez minutos del primer tiempo estaba mirando el partido en la tribuna.

 

-A la gente de Peñarol. ¿Qué les dirías?

-A la gente solo palabras de agradecimiento, me demuestran su cariño permanentemente.

-A la dirigencia lo mismo hicieron crecer a Peñarol social y deportivamente, muy buena gente.

-Y quiero agradecer especialmente al Presidente Sergio Fittipaldi quien me dio la posibilidad de trabajar en estos tiempos muy difíciles.  

 

Peñarol es su segunda casa y parte de su familia, su juego no era vistoso, hizo muy pocos goles en su carrera; era el que hacia el trabajo ‘sucio’ del equipo, corría y ponía para que sus compañeros desplegaran su juego, jugador de entrega y nobleza, llegaba el sábado a la cancha y se  concentraba tanto que se olvidaba de todos los problemas,  Los colores de Peñarol los lleva tatuados en su corazón, por eso nunca quiso jugar en otro equipo de la Liga.


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