Por Daniel Reinoso.
El que jugó al fútbol alguna vez sabe que el jugador que viene atrás, si es mejor, te saca el puesto, entonces ¿Por qué te sacan de las canchas desde un escritorio? No sé quién decide estas medidas, pero no creo que haya sido alguien que alguna vez se puso camiseta y botines.
Lucas Godoy, manifiesta: “Si esta medida no se revea voy a dejar de jugar, prefiero verlo al ‘Piojo’ en la cancha, me da mucha tristeza y también me siento discriminado por mi edad. Nosotros no jugamos para sacarle plata a los clubes, como alguna vez dijo un directivo de la Liga, nosotros somos fútbol amateur, jugamos porque nos gusta y porque amamos la camiseta que nos ponemos”.
Emanuel nos detalla el espíritu de este limite de: clases ´88,´89 y´90 con un jugador en cancha y uno en el banco que puede ingresar por ese mismo jugador, lo cual obliga a que sean dos jugadores que jueguen en el mismo puesto.
Categorías ´91, ´92 y ´93 pueden estar tres jugadores en cancha y uno en el banco que debe ingresar por alguno de esos.
Por último dejan un mensaje: “Mi pensamiento como el de Lucas no es solamente nuestro y de la gente de Huracán, es el de toda la comunidad de compañeros de otros equipos que están en esta misma situación y sólo podemos aunar en un grito ¡Queremos jugar!".
Muy claro el mensaje de Emanuel y Lucas y como ellos lo aclaran no es el pedido de sólo ellos hay una población de casi cien jugadores, que piden lo mismo: Jugar al fútbol. En una comunidad sufrida por los avatares económicos, sociales, culturales. Los clubes, hoy más que nunca deberían ser el pulmón de contención a niños, adolescentes, jóvenes y sacarlos de los peligros de la calle. Pero con medidas de este tipo de considerar a un ser humano, más allá que sea jugador de fútbol o no, a ser un joven “viejo” sólo alimenta la gerontofobia.
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