Por Daniel Reinoso
Edición: Leonel Altamirano
Maximiliano Ezequiel Marchisio, de 23 años, es un marcador central de vasta
trayectoria en el fútbol provincial e internacional, que jugó en México donde fue
dirigido por un campeón del mundo de la Selección de Italia en Alemania 2006. El defensor se
apresta a cumplir su sueño, jugar y debutar en la Liga Cordobesa luciendo la
camiseta de Almirante Brown de Malagueño.
Maxi nos contó de su familia, sus inicios, trayectoria en el interior
de la provincia, su paso por el fútbol mexicano y el llamado de Sergio Allende
para jugar en Almirante Brown.
- Familia:
“Mi familia está compuesta por Mateo,
mi hijo de 5 años, Ivana mi novia, Rita y José, mis padres. Mi papá es el hincha que me
sigue a todos lados, viaja a todos los partidos en donde yo juego, ahora cuando
se reanude la actividad va a tener el gusto de verme acá en la ciudad”.
- Su Inicio en el fútbol:
“Realicé todas las inferiores en
Atalaya y en el año 2011 me llevaron a Talleres. Allí estuve 4 meses
entrenando, pero no llegué a jugar oficialmente por problemas por el pase”.
- Características futbolísticas:
“Siempre jugué de primer marcador
central, tengo una altura de 1,88 mts. Soy de ir bien arriba tanto en defensa como
en ataque, soy de salir jugando de abajo y quito sin necesidad de golpear, un
jugador técnico que sabe utilizar el cuerpo”.
“Después de mi paso por Talleres
en 2015 estuve en AMSURRBaC, pero jugué en reserva nomas; 2016 Juventud Católica de Río Segundo,
allí debuté en 1°; 2017 me fui a México donde
jugué en Cafetaleros de Tapachula de la 2° y Alacranes de Durango de la 3°
División; 2017 en La Pampa, jugué en Club Independiente de Rivera; 2018 Roncedo
de Alcira Gigena de la Liga Río Cuarto; 2019 Central Córdoba de Pilar y actualmente
en Almirante Brown”.
- Río Segundo:
“Llegué en al año 2016 por pedido
del ‘Gato’, Juan Carlos Bujedo, quien dirigía Juventud Católica de Río Segundo y
allí debuto en primera”.
- Fútbol mexicano:
“En el año 2017, junto con Nicolás
Altamira, ahora jugador de Peñarol, nos
llevan a México a jugar en la segunda categoría al equipo Cafetaleros de Tapachula, allí tuve como entrenador a Mauro
Camoranesi, campeón del mundo con Italia. Mauro es una muy buena persona,
junto a Nicolás Altamira nos invitó a pasar Navidad con su familia, nosotros
estábamos solos allá. Nos contó muchas anécdotas de su
paso por Italia, después de cenar nos quedamos a charlar, nos hablaba de Pirlo,
Del Piero. Fue una experiencia bárbara. Por problemas de cupo de
extranjeros no pudimos seguir jugando, Nico se volvió a Córdoba y yo me quedé y
jugué en un equipo de la tercera división, Alacranes de Durango al norte de
México. En México viví una experiencia
inolvidable”.
- La Pampa:
“Al regresar de México me fui a
jugar a La Pampa, en Independiente de Rivera. Tuve buenos partidos, pero por un
problema de salud de mi padre tuve que regresar y ya no pude volver a jugar
allá”.
- Liga Río Cuarto:
“Jugué en Roncedo, de Alcira Gigena, que participa en la Liga de Río
Cuarto. Jugué un año y me lesioné, rotura de ligamentos cruzados. En Roncedo tenía de compañero al
tucumano Luis Rodríguez, el centrodelantero que jugó en Las Palmas en este
Federal. En Ateneo estaba Víctor Beraldi, el ex Talleres, ahora en Estudiantes de Río Cuarto. Una liga muy competitiva la
de Río Cuarto en el tiempo que jugué allí, considero que es la mejor de la provincia”.
- Pilar:
“Una vez recuperado de mi lesión me incorporé a Central Córdoba de Pilar y jugamos una final histórica contra Defensores
de Pilar, el clásico, donde perdimos 2 a 0 en cancha de ellos y el partido de
vuelta también nos ganó 1 a 0, nos anularon mal un gol y el partido terminó en
escándalo. Defensores, al ganar la
final, clasificó para jugar el Regional Amateur 2020 donde compartió zona con
Juniors. En esa final se dio algo
especial, porque jugaron dos ex Talleres: Damián Solferino de Central Córdoba y Cristian
Devallis en Defensores de Pilar”.
- Llegada a Almirante
Brown, ¿qué te sedujo?
“En primer lugar que me haya
llamado Sergio Allende. Un gran entrenador, yo no lo conocía personalmente,
solo referencias de como trabajaba y lo mucho que sabe. Y me convenció el
proyecto, que es la de ser protagonista y hacer que Almirante Brown vuelva a
los torneos federales. Sergio está armando un equipo
competitivo, han venido muchos buenos jugadores, como para nombrar algunos
Cristian Bustos que juega de volante y también lo puede hacer de central, Pedro
Piñeiro, un volante muy interesante, más los promovidos y los que quedaron de la
temporada pasada”.
“Sí, hay que usarlo. El hecho que
debamos quedarnos en casa y para no perder lo realizado en la pretemporada que
hicimos de la mano del profe Federico Aguirre, es que cada uno tiene un plan
especial y nos la tenemos que arreglar. En mi caso fabriqué pesas con botellas
de plásticos y un fierro y con eso hago fuerza y resistencia, además de hacer
otros movimientos. Soy de cuidarme, porque amo esta
profesión”.
- Hecho especial en tu
carrera:
“Sí, es la de no haber podido
jugar nunca un partido oficial en la Liga Cordobesa de Fútbol, jugué en ligas
como la de Río Cuarto, en La Pampa y llegué a México, pero todavía no pude debutar
en la Liga Cordobesa. Es lo que tengo pendiente en mi carrera y cuando
estaba cerca de cumplirse estalla esta pandemia, pero no pierdo la fe, esto va
a pasar y volveremos a jugar”.
Maximiliano Marchisio, el marcador central de Almirante Brown
de Malagueño, que con 23 jóvenes años, pero con la trayectoria y la experiencia de
un veterano, quiere no solo cumplir su sueño, sino también triunfar en el fútbol
Cordobés. Carácter y calidad no le faltan.
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